21/10/10

Antidepresivos para otoño



Hace tiempo se puso de moda un libro (“Más Platón y menos Prozac”) cuya tesis era, más o menos, que mucha gente pierde las ganas de seguir aquí por falta de lucidez. Es evidente que el autor simplificaba y que no todos los “males del espíritu” tienen ese origen, pero toda una corriente de la psicología estaría de acuerdo. Se podría resumir en: “donde no hay lucidez hay síntomas”.

Hoy he recibido una dirección (gracias) que me ha dejado sorprendido. Se trata de un nuevo método terapéutico (propongo) muy muy breve para bajones de interés, despistes, soledades, apariciones del enemigo malo (el desánimo), entradas en bucles mentales, desorientaciones y otros malestares del coco. Puede ser mano de santo.

Digo puede ser porque no está probado, que yo sepa. Una típica sesión terapéutica consistiría en sentar al individuo/a que llega tristón delante de una pantalla grande, conectar con la dirección que digo y charlar sobre lo que se ve. Si a los cinco minutos al sujeto no se le pone cara de felicidad, le vuelve la sonrisa y quiere incluso dejar de fumar para vivir más, se le deriva a un psiquiatra, (porque lo suyo ya es de otro negociado) y se hace entrar al siguiente.

Si esto se acompaña con música de Pink Floyd (es un ejemplo), el método puede ser una revolución y una ruina para el gremio.

El enlace en cuestión es muy breve:

http://1x.com/

La foto de arriba es una de las miles que aparecen, en concreto de la serie “nigth” aunque yo prefiero las macros. Dándole al menú de la derecha se puede elegir el tema y en las que pone “Nude content” no siempre hay señoras mostrando sus encantos.

14/10/10

Los desfiles



Estoy de acuerdo con la sugerencia de David Trueba de que los desfiles nacionales deberían ser rotatorios entre los ministerios. ¿Qué es eso de que solo los militares puedan recibir el aplauso de los ciudadanos? Que yo sepa hay muchos otros enemigos y nadie les grita vivas a quienes nos defienden de ellos.

¿Para cuándo un desfile de médicos de la Seguridad Social luciendo marciales sus antigripales por la Castellana? ¿A qué se espera para que los técnicos del Banco de España o del Ministerio de Economía y Hacienda luzcan orgullosos por la Gran Vía madrileña los ordenadores con los que nos defienden de los temibles ataques de los mercados de la deuda?

Yo iría más lejos y clasificaría a los enemigos nacionales según su peligrosidad. En primer lugar deberían desfilar los fiscales anticorrupción y los inspectores de hacienda seguidos de los policías antimafia y anti-tribus-urbanas. Luego ya vendrían los militares y espías (disfrazados de lagarterana claro) seguidos de la brigada anti-timos de la Guardia Civil y los expertos del Instituto Nacional de Meteorología.

Porque vamos a ver: de acuerdo que los fundamentalistas talibanes tienen muy mala leche y están pirados pero su capacidad de daño, a estas alturas, es más bien limitada, salvo para sus compatriotas. En cambio un tiburón de Wall Street puede dejar literalmente en pelotas a media población. ¿Quién es más peligroso?

Yo propondría que también desfilaran el día de la Hispanidad los catedráticos de filología, los investigadores, los humoristas, los fisioterapeutas, los que hacen cine, los que nos defienden de los correos basura, de los ruidos, de la contaminación, del aburrimiento, de las medusas, de algunos tertulianos y muchos otros.

Lo que veo más difícil es elegir mascotas. No imagino yo el equivalente a la cabra de la legión en el ministerio de Educación visto el puesto que ocupa España en el ranking mundial de Universidades. ¿Un burro?

13/10/10

Pamacari, quepis, chucha...



Pamacari, quepis, chucha, aguarunas, chuncho, huambisas, zarpas, tangana, mangaches, paucares, gamitada, yarina, bagres, bocachicos, hualo, maquisapa….

Cuando veo estas palabras, (de las que no conozco ninguna) pienso que, o el castellano (¿español?) es muy grande, o mi cabeza muy pequeña, o las dos cosas a la vez. No me extraña mucho porque en los concursos de la tele que tratan de palabras y sinónimos apenas acierto una pero alguien debería hacer algo para no ir deprimiendo a la gente. ¿Soy un inculto, después de pasarme toda la vida leyendo?

Cada vez tengo más claro que muchos idiomas son artificiales y sus límites muy imprecisos. Si los chinos juntaran el mandarín y el yue en un solo diccionario se podría decir que media humanidad habla chino aunque muchos no se entiendan entre sí. Pues lo mismo sucede con el castellano. Unos datos:

Población idiomahablante (palabra en javierés)



Países con mayor número de lenguas:

Papua-Nueva Guinea 832
Indonesia 731
Nigeria 515
India 400
México 295
Camerún 286
Australia 268
Brasil 234

Si México (por ejemplo) decidiera juntar sus 295 idiomas en uno solo (el mexicanés) o si Papúa-Nueva Guinea hiciera lo mismo (el papuanuevaguineanés) sus diccionarios serían inmensos y los chavales se volverían locos en las escuelas.

Las palabras del principio pertenecen al primer capítulo de “La casa verde” de Mario Vargas Llosa. No sé si me gusta porque me paso todo el rato buscando significados y pierdo el hilo de la trama. ¿Cómo hace la gente? ¿Qué haces tú (amable lector) cuando te encuentras con “gamitada” o “yarina” en un escrito y no eres peruano de la parte del norte?

Porque yo, que vengo de ciencias, no avanzo un párrafo sin haber comprendido completamente el anterior, y claro, me pasa lo que me pasa. Con las novelas en gallego, catalán o incluso valenciano ni lo intento pero se supone que a Vargas Llosa debería entenderlo ¿no? Pues no. Algunas veces me da algo de vergüenza. Pero como he decidido no ser culpable ya nunca más de nada, tengo un problema. Y la solución fácil es echarle la culpa a Don Mario, por muy Premio Nobel que sea.

(Pd. la foto de arriba es de un maquisapa, que resulta ser un mono peruano. Por el contexto de la novela no se deduce ni de coña. ¿Para quién escribe?)

8/10/10

Circumnutaciones



Intrigado por la curiosa forma de moverse que tienen algunas plantas al nacer llevo varios días leyendo todo lo que cae en mi pantalla sobre el tema. Tras buscar y rebuscar puedo decir, como Machado, que he andado muchos caminos, he abierto muchas veredas; he navegado en cien mares, y atracado en cien riberas. Por supuesto, todo sin moverme de casa. Resumo lo encontrando.

Para la llamada escuela de Frankfurt, las plantas se mueven de pura alegría. Según sus investigaciones, las semillas se ponen muy contentas cuando rompen la cubierta que las protege y saludan al mundo en señal de agradecimiento. Son perfectamente conscientes de que su destino natural era el estómago de algún bicharraco y vivían encogidas y asustadas, como temblando de miedo. Cuando ven la luz por primera vez casi no se lo pueden creer. Se dicen unas a otras “¡ estamos vivas ¡”. Todo esto en un lenguaje que algunos lingüistas-botánicos (nueva rama de filología con gran futuro) están empezando a estudiar.

Otra escuela, cuyos representantes son mayoritariamente asiáticos de la parte del sudeste, sostienen que las plantas no se alegran en absoluto de ver la luz porque tener que realizar todos los días la función clorofílica es como una condena. Sus movimientos acompañan cánticos a coro algo desacompasados. El equivalente humano sería el canto de las minas y su contenido es bastante triste. Son manifestaciones de una depresión colectiva por no poder moverse y ver mundo como los animales a los que envidian. La mayoría se avergüenza de sus raíces.

Una tercera corriente de teóricos, representada sobre todo por canadienses y noruegos, sostiene que las plantas nacen ya despistadas y con algo de angustia existencial. Literalmente no saben hacia donde mirar. Viven en la incertidumbre dudando constantemente entre si ir para un lado o para otro. Son algo débiles de carácter y no poseen convicciones firmes lo que tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Algunos lo resumen con la frase de “no se mueven atraídas por la luz sino empujadas por las sombras”.

En el último Congreso Internacional de expertos en movimiento de plantas al nacer, celebrado en Bombay hace poco, las espadas estaban en alto. Tan solo una de las ponencias, presentada por un estrafalario poeta turco, mostraba el resultado de sus experimentos en los que quedaba clara la influencia de una molécula (la auxina) en los movimientos en espiral de las plantas buscando la luz.

El poeta alegaba que ya Darwin, en 1865 y bajo el título de «The Movements and Habits of Climbing Plants» en el Journal of the Proceedings of the Linnean Society of London, vol. 9, páginas 1-128, exponía claramente las causas de este movimiento habiéndole dado incluso un nombre que él juzgaba precioso: circumnutaciones. Intentó leer un soneto que había compuesto como prólogo a su trabajo pero fue abucheado sonoramente por sus colegas y tuvo que salir del congreso escoltado por la policía. Nadie ha vuelto a saber nada de él.

9/9/10

Tráfico ilegal (agencias)




En una operación relámpago la policía ha descubierto un piso donde se hacinaban varias decenas de personas en condiciones inhumanas. Se ha detenido al jefe de la red y a varios de sus sicarios que explotaban una red de tráfico ilegal de declaraciones para deportistas de élite.

En el piso se han encontrado varios cuadernos tamaño postal cuyo contenido delata las actividades de la trama desmantelada. En uno de ellos, titulado “Tras perder un partido”, aparecían muchas frases-tipo para su distribución en los vestuarios de los equipos de primera y segunda división.

También han sido intervenidas varias libretas, ordenadas por deportes y por número de líneas, que los traficantes se encargaban de hacer llegar a los directivos de los clubs tras el pago de altas comisiones.

Entre las frases intervenidas se encuentran las de: "Fuimos blandos, poco agresivos" , "Para cualquier grupo sería penoso este momento. Para nosotros lo es especialmente", "El vestuario está triste por no poder competir por una medalla, que era nuestro objetivo real. Ahora solo queda levantarnos, seguir adelante, competir lo mejor que podamos porque así nos quedaremos con mejores sensaciones al final".

La llamada “Operación negro”, iniciada tras la denuncia de un miembro arrepentido que consiguió escapar, ha permitido la liberación de varios licenciados en Filología que trabajaban en un régimen de esclavitud, sin apenas comida ni agua, elaborando las frases que luego se aprenderían de memoria los consumidores.

19/8/10

El panoramizador



Se trata de un chisme que estoy inventando y que permitirá inmortalizar no solo una parte de lo que vemos en un momento dado sino todo. De esta si que me forro. De acuerdo que esto ya lo he dicho varias veces (el emisor de olores típicos envasados para turistas, el paraguas-ducha-vestidor, el zoom para los sentidos olvidados….) y sigo como estaba pero esta vez sí que sí. Muy burra tiene que ser la industria para no pelearse por hacerse con algo tan revolucionario.

La idea, todavía sin patentar porque falta el toque final, es conseguir un chisme motorizado que se acopla a un trípode y saca fotos cada equis ángulos para que luego, mediante programas que ya existen, podamos tener una panorámica del entorno.

Un ejemplo: estamos en casa tranquilamente y queremos guardar un recuerdo del desastre de nuestra mesa o librería y al mismo tiempo de lo que hay en el lado opuesto, todo a la vez. Pues ya está: se pone el trípode, se acopla el chisme y la cámara, ella solita, hace el trabajo.

Se terminaron las visiones parciales de las cosas. Es el gran angular llevado al extremo. El ojo de pez máximo. Lo que no acabo de encontrar en un nombre que haga justicia a algo así. ¿Mosqueador? Hace referencia a cómo ven el mundo las moscas pero en castellano suena a gente susceptible. ¿Tresmosqueteroseador? Alude a los Tres Mosqueteros cuando se juntaban de espaldas para prevenir ataques desde cualquier parte pero es un poco raro. No sé.

Lo que sí tengo clara es la parte mecánica. Y también tengo tiempo, mucho tiempo. Ha vuelto el calor y eso, aparte de incidir sobre algunas neuronas, produce una somnolencia soporífera muy beneficiosa para la meditación rumiante que es la madre de muchas ideas, además de dificultar las improductivas salidas a dar una vuelta.

Estoy en ello. Un primer ejemplo puede verse en la foto que no entiendo cómo no me da vergüenza poner ya que se notan mucho las chapuzas pero quién me conoce ya sabe como soy y quién no, me da igual lo que opine. Total, qué más da, y a mi me gusta.

3/8/10

Por el Norte










Sigo recordando mis tiempos de gasoductero y “asturieando” (dícese de la pesona que se pierde vagabundeando por caminos de cabras y encuentra lugares increibles).

Hay un tiempo para comer y otro para digerir. Ahora estoy pegándome un atracón de paisajes y ya vendrá el invierno para asimilarlo. Hace frío y ayer llovió. Aunque es mentira que una imagen valga más que mil palabras y muchos opinan que es más cierto justo lo contrario, estos días lo dudo.

30/7/10

Síndrome de Diógenes digital



Los expertos no se ponen de acuerdo sobre el verdadero culpable de una nueva enfermedad aunque coinciden en la necesidad de avisar a las autoridades para que tomen medidas preventivas. Cada vez acuden a las consultas más personas con síntomas parecidos.

Todo empezó por un avance tecnológico que pasó casi desapercibido: las memorias de varios Gigas. Introducidas en las cámaras digitales permiten a los usuarios sacar miles de fotos de forma gratuita. Los ordenadores son capaces de almacenar cientos de miles de ellas sin inmutarse. Estos tres elementos (memorias enormes, cámara digitales baratas y portátiles muy potentes) componen una mezcla explosiva que, en poco tiempo, pueden tener consecuencias devastadoras para la sociedad.

Un paciente típico podría ser alguien que dispara compulsivamente su cámara ante todo lo que se le pone por delante. Vive tan apresuradamente y viaja tan rápidamente que devora la realidad para digerirla más tarde. Su lema parece ser el de “fotografío luego existo”.

El problema llega en casa, cuando se empeña en poner orden en todo aquello que almacena. Manejar cientos de miles de archivos y ordenarlos por temas, por fechas, por lugares o de cualquier otra manera es una tarea que necesita decenas de noches enteras sin dormir. Si a esto se une el diabólico invento del Photoshop que permite mejorar incluso las fotos tomadas con la tapa de la cámara puesta o aquellas dirigidas directamente hacia el Sol, no es sorprendente los ojos aplanados que presentan algunos individuos.

Muchos jefes de personal se quejan amargamente de las prolongadas ausencias de empleados valiosos tras unas vacaciones , de su aire ausente en las reuniones de trabajo, de las conversaciones en las que sacan constantemente y sin venir a cuento los términos de saturación, nitidez y contraste.

Algunos hijos yacen abandonados en sus cunas porque los padres están intentando ordenar lo inordenable. Es inmensa la cantidad de ropa que se acumula en las cuerdas de los tendederos simplemente porque sus dueños no pueden dejar de hacer subdirectorios y subdiderctorios de subdirectorios para meter (inultilmente por inabarcable) fotografías de planta ordenadas por colores, por número de estambres o de patos ordenador por lagunas.

Montones de comida se pudre en las neveras porque sus dueños tratan de ver todo lo que han acumulado en sus inmensos discos duros.

El autor de estas línea sin ir más lejos, inocente víctima de la enfermedad, está intentando clasificar las fotografías de los bañistas de una playa por colores de los bañadores, por longitud del pelo de las nadadoras y por zonas geográficas del litoral según el brillo del cielo cada hora del día. Más tarde intentará hacer lo mismo con los visitantes de los mercadillos veraniegos. El cinturón no engaña y, como apenas hay tiempo para comer porque soltar la cámara de fotos supone un angustioso periodo sin detener el tiempo, se le empiezan a caer los pantalones por haber perdido en unos días casi siete kilos.

Esta nueva forma del Síndrome de Diógenes Informático (SDI)se extiende cada vez más. Aviso de que se acerca una epidemia de proporciones apocalípticas.

28/6/10

Filosofía moderna: el eternizador



Partamos de la base de que captar el presente en una fotografía tiene implicaciones metafísicas y que los antiguos habrían considerado transcendental y casi religioso ese hecho hoy cotidiano. Para nosotros es algo tan habitual que no reparamos en ello pero si Kant levantara la cabeza, la Crítica de la Razón Pura contendría un apartado sobre las categorías ontológicas del PhotoShop. Eso seguro.

Porque para los antiguos pre-fotográficos, la única forma de detener e inmortalizar el presente era la escultura (al no existir la pintura realista, que acaba de surgir, como quién dice) y eso llevaba su tiempo. ¿Qué dirían al ver el presente (que siempre es pasado por definición, aunque no exista, también por definición) reflejado en dos dimensiones y ya para siempre?

Para empezar habría que cambiarle el nombre (sugiero) ya que foto-grafía no dice mucho. Sería mejor “inmortalizador del presente” por ejemplo, que es algo más largo pero mucho más ilustrativo. O “eternizador”.

Hay que irse acostumbrando (espero sentar un precedente) a introducir en los textos citas de los filósofos modernos, entre los que sin duda se encuentran los redactores de los manuales de utilización de cámaras fotográficas, esos incomprendidos.

Un ejemplo: “Para hacer fotografías más brillantes o más oscuras se puede compensar la exposición”. ¿Quién puede quedarse impasible ante algo semejante? “Compensar la exposición”, ahí es nada. Significa modificar nuestra captación de la realidad y eso, en Teoría del Conocimiento (Epistemología para los pedantes) es algo muy gordo. Tan gordo que las mentes más lúcidas de la Edad Moderna se pasaron muchas horas peleándose por los matices del asunto.

¿Es cognoscible la realidad?, se preguntaban. ¿Vemos la realidad tal como es? ¿Podemos tener alguna certeza objetiva sobre lo que nos cuentan nuestros sentidos o está filtrado de alguna forma? Descartes decía que no. Kant que según cuándo y cómo. ¿Qué habrían pensado si hubieran dispuesto de una Nikon D3000 digital con estabilizador automático de imagen?

Y sobre los filtros a la captación de la realidad en sí misma, ¿qué dirían al ver el catalogo de filtros de Cannon, con sus polarizadores, sus degradados de gris, etc..? Seguro que escribían un tocho de mil páginas sobre el tema.

Frase corta: “Pulse el disparador hasta la mitad para enfocar y, a continuación, púlselo hasta el fondo para iniciar el disparador automático” (Anónimo, el pobrecillo)

22/6/10

Los que tiemblan




Hay un grupo muy numeroso de personas que tienen prohibido mover piedras los sábados, comer uvas frescas, tatuarse, afeitarse los lados de la cabeza, comer carne de animales heridos mortalmente o caminar más allá de los confines de su ciudad.

Tampoco pueden comer el nervio ciático de la cadera ni inclinarse ante piedras pulidas. No pueden leer la prensa, conectarse a Internet, ver la televisión o vestirse de colores.

Tienen terror a las mujeres, a la ciencia, a la teoría de la evolución, al Ministerio de Educación, a perder el tiempo, a la abogacía, la medicina, la ingeniería o la fontanería.

Deben entrar en aflicción y gritar ante Dios en tiempos de catástrofes.

No pueden casarse con viudas pero los violadores deben hacerlo con las violadas (si ellas quieren) aunque no pueden poner aceite (ni incienso) en las ofrendas de ella.

Tienen prohibido dejar entrar en su pueblo por medio del matrimonio a los varones morabitas, amonitas o eunucos aunque sí a los egipcios y edemitas de la tercera generación.

Viven aterrorizados ante la idea de violar cualquiera de los 613 mitzvot (mandatos).

Se casan muy jóvenes mediante bodas pactadas debiendo tener un mínimo de cinco hijos aunque la media es de siete. Los maridos no trabajan y se dedican enteramente al estudio por lo que el sustento familiar lo obtienen las mujeres. Estas no pueden trabajar en lugares mixtos y están muy frecuentemente embarazadas lo que origina un elevado índice de pobreza y hambre.

Rechazan la política, el servicio militar y los impuestos.

Han declarado guerras contra las autopistas, las marquesinas, los samaritanos (sus enemigos mortales) y contra una conocida modelo publicitaria.

Son los Jaredies ("los que tiemblan") cuyas mujeres viajan en la parte trasera del autobús, proclaman la supremacía del Antiguo Testamento (la Torá) sobre la ley civil, suponen casi el 20% de la población de Israel, sus escuelas religiosas (financiadas por el Estado) acogen el 30% del alumnado y dentro de 30 años supondrán el 80%.

No sé por qué me resultan clavaditos a otros grupos o países que viven muy cerca y está a punto de tener (también) armas nucleares. Qué Yahvé nos pille confesados si continúan multiplicándose.



En la guerra desatada entre los que tiemblan y la modelo, todavía no tengo muy claro de qué lado estoy. Tengo que pensarlo.

Para consultar el periódico de este grupo pinchar aquí:
http://www.hamodia.co.uk/index.php

Y la lista con los 613 mitzvot está aquí:
http://www.mscperu.org/biblia/TradicionJudia/613mandatos.htm
vale la pena leerlos

19/6/10

Todos artistas



Desde que los teóricos de la estética y los psicólogos descubrieron las claves de la creación artística analizando sus recovecos más profundos y divulgando las fases del proceso, el arte dejó de ser cosa de algunos elegidos por inciertos dioses y se democratizó completamente. El resultado fue una catástrofe económica para las empresas del sector unida a un incremento inimaginable de la felicidad global. El valor terapéutico de expresarse hizo el resto.

Ser artista dejó de tener significado cuando todo el mundo se convirtió en artista. Nadie lo ponía en su presentación porque sonaba tan ridículo como enorgullecerse de saber manejar ordenadores, entender inglés o cocinar. Se daba por supuesto.

Todos aceptaron que tenían en su interior un valor único y se dispusieron a mostrarlo. Era casi obligatorio exponer y enseñar. Proliferaron los pintores, músicos, escritores y escultores como setas tras una tormenta. Todo hombre es especial, se decía, y, con un poco de imaginación unido a cierta practica sus obras eran valiosas.

El número de escritores era casi igual al de personas censadas. Incluso los analfabetos alquilaban los servicios de negros para relatar sus memorias sabiendo que eran tan únicas como ellos. Las autobiografías abundaban en la red de tal forma que, en lugar de por sus títulos, los libros se identificaban por la fecha de nacimiento del autor, su lugar de residencia y el correo electrónico.

No tener blog personal equivalía al ostracismo social más cruel. Como todos eran artistas nadie compraba arte por lo que las galerías dejaron de existir. Se puso de moda exponer en las puertas de cada casa una muestra de las obras de sus moradores ya que era imposible que los lugares públicos albergaran la producción de todos. La gente daba paseos por las escaleras de los edificios contemplando las obras de los vecinos.

Como todos los habitantes mayores de cuatro años eran también fotógrafos y cineastas ya que los precios de las cámaras descendieron enormemente, cualquier acontecimiento era inmortalizado para la posteridad por miles de personas.

Los músicos ponían en sus puertas una pantalla plana y unos auriculares para que quien lo deseara pudiera escuchar sus composiciones. Era inconcebible que alguien no perteneciera a un grupo musical, un coro o una orquesta. Expresar la visión personal de las cosas, por cualquier medio, se hizo tan habitual como irse de vacaciones.

En junio de 2010 fueron casi 1500 los participantes en el maratón fotográfico de Madrid. Unos años después la cifra se había multiplicado por varios dígitos hasta que, al poco tiempo, abarcaba la casi totalidad de los habitantes. Ir sin cámara por la calle era muy sospechoso a los ojos de la policía.

La consecuencia de esta desinhibición global para psicólogos y salas de exposiciones fuero tan catastróficas que el sector puso el cartel de cierre. La obras de los grandes artistas dejaron de valorarse porque no estaba definido lo que significaba ser gran artista.

El arte había conseguido por fin sus últimos objetivos: desaparecer por ser tan abundante como el aire y pasar desapercibido al formar parte de la realidad cotidiana. De hecho se desdibujó completamente el concepto de realidad.

3/6/10

El imán



Un señor tiene asustada a una parte de la ciudad de Cartagena porque, a la menor ocasión, la emprende a porrazos e insultos contra algunos ciudadanos.

El individuo, que se hace llamar Yazid Koudri (alias “el iman”), ha decidido que, en “su barrio” no quiere actos contrarios a su moral.

Lo que nos faltaba. Ahora que la Conferencia Episcopal está calladita porque es tiempo de poner la cruz en la declaración de la renta, nos encontramos con una lucha de morales en nuestros barrios.

El imán dice que el comercio con una parte del cuerpo está muy mal y, en esto, coincide con los otros iluminados de sotana, pero, ¿qué pasará cuando empiece a pronunciarse también sobre el estómago?

Si no se toman medidas y el energúmeno sale impune, mañana podría decidir que comer carne de cerdo “en su ciudad” va contra los principios verdaderos, pero la Conferencia Episcopal, es de suponer, defenderá esta costumbre, y ya la tendremos liada.

En esto del cerdo tal vez podrían ponerse de acuerdo (mediante una reunión de capos repartiéndose los barrios a ordeñar) pero sería una solución provisional. ¿Qué pasaría con el vestido?

Imagino una reunión con los representantes municipales obligando a prohibir, mediante bandos, en unos barrios el ir con la cara descubierta, en otros con minifalda, en un tercero con el burka, en otros sin él....y así hasta el infinito. Sería un follón.

Creo que lo mejor es, para que no nos llamen xenófobos y racistas, dejar que todas las religiones puedan legislar en aquellos asuntos que consideren oportunos (es decir, en todos) y dar entrada también a los judíos ortodoxos, los budistas, los jansenistas, taoistas, etc....Incluso a aquellos que tienen prohibido pisar hormigas o respirar mosquitos, que son muy graciosos.

Como es evidente que el iluminado ganará, recomiendo a las españolas que encarguen ya su velo integral, antes de que se terminen. Y que las niñas se den prisa en crecer porque su clítoris corren tanto peligro como la integridad de los adolescentes en los colegios de los Legionarios de Cristo, del casi-santo Obispo Marcél (alias "el monseñor"). El que avisa no es traidor.

2/6/10

Cuadros y redondrados



La realidad es tridimensional. Pero los cuadros y las fotografías son aplastamientos de la realidad a dos dimensiones, como cuando se le da un zapatillazo a un mosquito sobre la pared y queda inmortalizado (más bien mortalizado) en forma de grabado.

¿De dónde surge la curiosa costumbre de poner cuadros en las paredes de las casas?
Supongo que alguien, por pereza, quiso traerse a su cueva paleolítica un trozo del mural religioso ante el que se celebraba algún rito propiciatorio de caza.

De acuerdo que un cuadro es como una nueva ventana que se pone en el pasillo para ampliarlo imaginariamente. Esto daría cuenta del paisaje enmarcado pero...¿y los bodegones? ¿Por qué se le ocurrió a alguien plantar en el salón de su casa una representación tramposa (por inexacta y en 2D) de peras y manzanas? ¿Para qué?

El pintor realista equivaldría a las fotocopiadoras o cámaras fotográficas cuando estas no existían. Como los retratos eran grandes, habría que colgarlos en algún sitio ya que no imagino un álbum de cuadros manejable. Lo que no entiendo es por qué siguen existiendo en las casas una vez inventados los portarretratos.

Los impresionistas (“no reflejo lo que veo sino lo que siento al ver”) cambiaron completamente la finalidad de la pintura aunque siguen sin aclarar por qué se colgaban sus obras en las paredes.

Probablemente empezarían los ricos de la época (los nobles) en sus palacios y castillos para ser imitados dócilmente luego por los burgueses. Las cosas han cambiado poco. Viendo revistas de decoración actuales se aprecia el estilo distinto de lo colgado pero siguiendo la misma costumbre.

Imagino que, en el futuro, los cuadros serán sustituidos por pantallas enormes y su contenido cambiará según la estación del año, el capricho del morador o el cansancio.

Es asombrosa la capacidad que han tenido las clases acomodadas para imponer sus gustos a toda la sociedad. De la misma forma que los pequeño burgueses imitan a los medio burgueses y estos a los nobles, que a su vez imitan a la realeza, los habitantes de los barrios obreros compran en IKEA reproducciones en barato de lo que ven en las casas de los famosos.

Es hora de rebelarse y decirlo claramente:. los cuadros son una imposición subliminal de estéticas trasnochadas provenientes de nobles sifilíticos de la Edad Media. Los ricos son unos horteras sin imaginación. Los Thysen confunden valor con precio.

¿Por qué tienen que ser cuadrados los cuadros cuando muy bien podrían ser redondos o poligonales? Si fueran redondos (u ovalados) deberían llamarse redondrados (u ovaldrados).

Demuestra que eres estéticamente libre y pon un redondrado en tu pasillo. Yo lo voy a hacer esta misma tarde y luego me voy a ver el mar, si no pillo mucho atasco, tan ricamente.

28/5/10

Donde no estoy




Por petición, copio y pego esto:

20 Donde no estoy

Esta mañana no estaba en un atasco ni parado en el arcén con una rueda pinchada.

He salido de casa sin dejarme las llaves dentro.

Ahora no estoy trabajando en un andamio, a cien metros del suelo, poniendo ladrillos. No estoy vigilando los coches de un aparcamiento subterráneo sin ver el Sol. Tampoco estoy esperando mi turno en la ventanilla del INEM, ni mirando anuncios de trabajo.

No estoy en la cama de ningún hospital, ni en la sala de espera de ningún médico. No estoy en una ventanilla atendiendo las quejas de personas enfadadas. No estoy con una ametralladora, de patrulla por algún desierto lejano temiendo que estalle alguna bomba.

No estoy mirando ningún panel con índices de bolsa ni arando la tierra sobre un tractor. No estoy subiendo redes con pescado atento a los piratas. No estoy sentado en una tienda esperando a que entre el primer cliente del día para no comprar nada tras moverlo todo. No estoy conduciendo ningún taxi ni ningún autobús. No estoy en ninguna mina.

Tampoco estoy preocupado por terminar este escrito a tiempo para enviarlo a ninguna parte ya que mi sueldo no depende de él. No estoy esperando ninguna orden de alejamiento, ni carta de despido, ni citación judicial ni nada parecido.

No temo que el granizo estropee mi cosecha. No espero que se derrumbe el edificio.

Todo esto me lo digo porque, a veces, soy tan estúpido que lo olvido y me siento desgraciado por no poder estar, ahora, tumbado en la playa, tomando el sol, escuchando música o, simplemente, mirando el mar.

Frase corta: “todo está dicho ya pero, como lo olvidamos, hay que repetirlo cada mañana”