28/5/10

Donde no estoy




Por petición, copio y pego esto:

20 Donde no estoy

Esta mañana no estaba en un atasco ni parado en el arcén con una rueda pinchada.

He salido de casa sin dejarme las llaves dentro.

Ahora no estoy trabajando en un andamio, a cien metros del suelo, poniendo ladrillos. No estoy vigilando los coches de un aparcamiento subterráneo sin ver el Sol. Tampoco estoy esperando mi turno en la ventanilla del INEM, ni mirando anuncios de trabajo.

No estoy en la cama de ningún hospital, ni en la sala de espera de ningún médico. No estoy en una ventanilla atendiendo las quejas de personas enfadadas. No estoy con una ametralladora, de patrulla por algún desierto lejano temiendo que estalle alguna bomba.

No estoy mirando ningún panel con índices de bolsa ni arando la tierra sobre un tractor. No estoy subiendo redes con pescado atento a los piratas. No estoy sentado en una tienda esperando a que entre el primer cliente del día para no comprar nada tras moverlo todo. No estoy conduciendo ningún taxi ni ningún autobús. No estoy en ninguna mina.

Tampoco estoy preocupado por terminar este escrito a tiempo para enviarlo a ninguna parte ya que mi sueldo no depende de él. No estoy esperando ninguna orden de alejamiento, ni carta de despido, ni citación judicial ni nada parecido.

No temo que el granizo estropee mi cosecha. No espero que se derrumbe el edificio.

Todo esto me lo digo porque, a veces, soy tan estúpido que lo olvido y me siento desgraciado por no poder estar, ahora, tumbado en la playa, tomando el sol, escuchando música o, simplemente, mirando el mar.

Frase corta: “todo está dicho ya pero, como lo olvidamos, hay que repetirlo cada mañana”

10/5/10

El Coliseo, las Ventas y Mathausen



El Coliseo empezó a construirse por orden del flavio Vespasiano con su parte del botín obtenido tras aplastar la rebelión de Judea (año 70 d.C). Nombrado por el ejercito, maestro de la propaganda, de la censura y experto en sofocar las frecuentes rebeliones que acarrea todo imperio depredador, quiso atraerse al pueblo romano mediante regalos y juegos.

El edificio puede ser comparado con las Ventas y Mathausen aunque, evidentemente, no por los mismos conceptos. Con Mathausen comparte el ser un lugar de exterminio. Con las Ventas tiene en común el juego de sangre y muerte para disfrute de personas insensibles al sufrimiento ajeno.

Albergó espectáculos como luchas con animales, ejecuciones de prisioneros y peleas de gladiadores. Se calcula que en estos juegos murieron entre 500.000 y 1.000.000 de personas. En Mathausen se estiman en 122.000. En las Ventas muchísimas menos aunque no he encontrado datos y son, sobre todo, suicidios bajo el estúpido nombre de valentía.

Tras los espectáculos de sangre era una tradición que los excitados espectadores frecuentaran las prostitutas que se instalaban en los pórticos del anfiteatro y luego (o a la vez) se emborracharan.

Todo el subsuelo era un complejo de túneles y mazmorras en el que se alojaba a los gladiadores, a los condenados y a los animales. Imagino el ambiente que se respiraría allí en una tarde de “fiesta”.

Los espectadores aclamaban las ejecuciones más vistosas, los gladiadores más sanguinarios y las muertes más espectaculares. Con sus aplausos decidían la suerte de los luchadores aunque era el emperador el que tenía la última palabra. La vida o la muerte de miles de personas dependía del capricho de unos ciudadanos embrutecidos.

Si existieran en esa época diarios deportivos, al día siguiente probablemente comentarían las mejores jugadas de la tarde y existirían términos específicos para cada una de las “suertes”, sólo al alcance de los entendidos en ese noble arte. Se me ocurren algunos como decapitación, deguello, ensartar,....pero en latín, claro.

Existirían normas para que no se matara demasiado rápido y sin dar espectáculo. Seguro que antes de dar la puñalada final (¿puntillum?) al ejecutando (¿ejecutandum?) se exigiría un mínimo de diez o quince minutos, como poco. ¿En cuantas partes se dividiría una tarde de fiesta normal? Tengo que buscarlo.

Algunos incluso lo declararían sin duda “fiesta imperial”.

En el podium se sentaban los romanos más ilustres: los senadores, magistrados, sacerdotes y quizá las vestales. Hoy también es frecuente ver en las gradas de las plazas de toros a miembros del Tribunal Supremo (¿Magíster Supremun?) y otros representantes de la mayoritaria sensibilidad social.

Si alguien es capaz de aplicar la palabra “belleza” a semejante antro de crueldad y exterminio creo que debería hacérselo ver por un especialista. Sería tanto como considerar estético un centro de tortura o una cámara de gas. Sólo los sádicos consideran bellos los mataderos.

5/5/10

Azúa se despide (mal)



Uno de los grandes escritores que tenemos se retira a sus cuarteles de invierno. Dice que a trabajar. En una carta se despide de sus lectores de El Periódico de Cataluña y, en mi opinión, lo hace mal. Se titula “permitan ustedes que me despida “. Tal vez esté deprimido.

Según él, esto es un caos, España se hunde, el mundo se acaba y ya no quiere participar porque dice que es inútil.

Le contesta Elvira Lindo en uno de los comentarios titulado “catastrofismo”. Pocas veces he leído algo mejor escrito. Me refiero a los dos.

Más abajo otro comentarista habla de la adicción a los blogs. También muy interesante.

Otro dice que: “Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas"
(Bertrand Russell)

Para quién quiera seguir esta apasionante polémica sobre la situación de España, el enlace es:

http://www.elboomeran.com/blog-post/1/8917/felix-de-azua/permitan-ustedes-que-me-despida/

Lo recomiendo, sobre todo algunos de los comentarios. El mío no es de los que me siento más orgulloso, pero ya no lo puedo borrar o rehacer.