22/7/09
Turismo de interior
Intentando seguir las directrices que emanan de nuestros dirigentes políticos, este verano he decidido dedicar una parte de mis vacaciones al turismo de interior.
Como no entiendo muy bien qué es lo que eso significa porque la palabra interior tiene muchas acepciones, voy a imaginarlo.
Supongo que no se referirán a visitar ninguna de las dos Castillas o Extremadura o Andalucía porque eso supondría incitar al suicidio masivo ya que, según acaban de decir desde un coche con altavoces, estamos en alerta por una ola de calor sahariano. Invitar a la gente a ir estos días a Toledo o Badajoz (por ejemplo) seguro que es un delito castigado por la ley. Seguro que no es eso lo que quieren decir nuestras autoridades.
Tal vez de refieran a visitar lugares poco conocidos de nuestros domicilios como la despensa, los trasteros, las partes que hay detrás de la nevera, o sitios similares. No es mala idea pero ¿por qué ahora? cuando tenemos todo el año para hacerlo. Tampoco debe ser eso, aunque no vendría mal.
¿Tal vez el interior de nuestros cuerpos o el de nuestras posibles parejas? Puede ser, sobre todo ahora que estamos en tasas de crecimientos demográficos negativos (decrecimientos) pero para ello también tenemos todo el año y, con este calor, pufff, da bastante pereza sólo de pensar en el sudor.
No imagino a nuestros ministros incitando (indirectamente) a las cópulas ya que eso significaría enfrentarse a las autoridades eclesiásticas a las que no les gustan nada semejantes prácticas.
Tampoco les imagino proponiendo hacer un plano de nuestras extremidades e ir anotando cada peca, mancha, arruga....etc....Es instructivo pero requiere contorsiones imposibles y cambia en poco tiempo. Uno no podría volver y decirles a los amigos: “este puente he estado visitando el antebrazo y una parte de mi pantorrilla derecha; ha sido muy emocionante”.
Ni creo que se refieran a inspeccionarnos, provistos de una linterna y algún espejo, las cavidades accesibles desde el exterior de nuestro interior del cuerpo (boca, oídos, nariz, ojos, ombligo....) porque eso, más que turismo de interior es higiene personal.
¿Más interior todavía? Como no sean los intestinos o el estómago....Tampoco creo que propongan hacernos análisis exhaustivos de sangre u orina y estudiar su significado. Se supone que son propuestas para pasar unas vacaciones divertidas, no para amargárnoslas.
Ya lo tengo: proponen seguir el imperativo socrático de: “conócete a ti mismo”. Lo que quieren es que, o bien iniciemos sesiones colectivas de psicoanálisis o que nos dediquemos al estudio y práctica de la filosofía oriental.
Pues si era eso lo que proponen, aquí me tienen el primero. Voy a empezar por uno de los más importantes test auto-administrados para conocer mi personalidad. El test de “Los Cinco Grandes”.
Resulta que todos podemos situarnos según cinco dimensiones básicas de la personalidad, que son:
Extraversión
Afán por nuevas experiencias
Tolerancia
Escrupulosidad
Neuroticismo
Tras realizar este viaje-test de turismo interior parece que soy extrovertido, con gran afán por lo nuevo, muy poco tolerante, bastante escrupuloso y muy neurótico.
¿Neurótico yo? ¿No te jode con las iniciativas de las autoridades para salir de la crisis? Esto del turismo interior no me gusta nada. Mejor me voy a dar un bañito a la playa (que es exterior) y que se las arreglen ellos como puedan.
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