31/12/11

Donde no estoy


Esta mañana no estaba en un atasco ni parado en el arcén con una rueda pinchada. He salido de casa sin dejarme las llaves dentro.

Ahora no estoy trabajando en un andamio a cien metros del suelo poniendo ladrillos. No estoy vigilando los coches de un aparcamiento subterráneo sin ver el Sol. Tampoco estoy esperando mi turno en la ventanilla del INEM, ni mirando anuncios de trabajo.

No estoy en la cama de ningún hospital, ni en la sala de espera de ningún médico. No estoy en una ventanilla atendiendo las quejas de personas enfadadas. No estoy con una ametralladora de patrulla por algún desierto lejano temiendo que estalle alguna bomba.

No estoy mirando ningún panel con índices de bolsa ni arando la tierra sobre un tractor. No estoy subiendo redes con pescado atento a los piratas. No estoy sentado en una tienda esperando a que entre el primer cliente del día para no comprar nada tras removerlo todo. No estoy conduciendo ningún taxi. No estoy en ninguna mina.

Tampoco estoy preocupado por terminar este escrito a tiempo para enviarlo a ninguna parte ya que mi sueldo no depende de él. No estoy esperando ninguna orden de alejamiento, ni carta de despido, ni citación judicial ni nada parecido. No temo que el granizo estropee mi cosecha. No espero que se derrumbe el edificio donde vivo.

Todo esto me lo digo porque, a veces, soy tan estúpido que lo olvido y me siento desgraciado por no poder estar ahora tumbado en la playa tomando el sol, escuchando música o, simplemente, mirando el mar.

Frase corta: “Todo está dicho ya pero, como lo olvidamos, hay que repetirlo cada mañana”